Importancia de las certificaciones empresariales

Las empresas en la actualidad para poder realizar actividades de giro comercial a nivel internacional necesitan cumplir con determinados requerimientos, ya que no basta con el cumplimiento de las garantías mínimas que establecen las leyes laborales, ahora deben cumplir con estándares internacionales y obtener una certificación que avale el producto o servicio. Adentrarse en mercados internacionales y someterse a la oferta y demanda, tomando en cuenta que Latinoamérica exporta en gran medida diversos productos, esto constituye un estímulo y crecimiento para la economía de nuestro países.

La certificación es un proceso llevado a cabo por una entidad reconocida que puede ser nacional o internacional, porque queda a elección de la empresa decidir dónde quiere avalar su servicio o producto, es de carácter voluntario, es decir no existe una obligación legal de someterse a este procedimiento, se tiene la idea que las mismas son únicamente para grandes corporaciones y empresas, pero también puede realizarse este proceso para pequeñas empresas. Dentro de los principales ámbitos que se certifican se encuentran: alimentos, supermercados, frutas, productos kosher, certificación de calidad, gestión ambiental, gestión de seguridad y salud en el trabajo, gestión de responsabilidad, sanidad y seguridad alimentaria, producción de flores, productos agrícola, productos pesqueros, producción de café, entre otros.

Otro aspecto importante radica en que existen diversos tipos de certificaciones dependiendo de la actividad económica, giro comercial y los productos o servicios que se quiere avalar, dentro de las cuales destacan: a) Certificaciones obligatorias: las cuales verifican que el producto cumple con las normas necesarias para que este pueda salir del país e ingresar a un nuevo mercado con sus propias regulaciones; b) Certificaciones voluntarias: las cuales son todas aquellas normas que exige el comprador como garantía de un producto, las cuales han alcanzado una gran demanda toda vez que quiénes compran los productos en el extranjero exigen de forma racional, ambiental y económicamente hablando.

Es importante también resaltar que la certificación no solo avala cuestiones de índole legal, también verifica que en las empresas se respeten los derechos humanos, dentro de los cuales destacan: que los trabajadores no sean sometidos a algún tipo de explotación, que las jornadas laborales sean las que señale la ley, prohibición de trabajadores menores de edad, prohibiciones de acoso, que se brinden remuneraciones justas, prohibiciones de discriminación, libertad de asociación y negociación colectiva, y que se respete la integridad de las personas.

El proceso de certificación no se circunscribe a la exportación del producto como tal, sino también se basa en el trato que se brinda a los trabajadores dentro de las empresas en el proceso de fabricación de los productos, por lo que también avala todo el proceso de la cadena productiva.

Dentro de los beneficios que representa para las empresas certificarse, está la mejora de su imagen y proyección social; aumenta la productividad, incrementa la confianza del entorno de proveedores, clientes y de la sociedad. Asimismo, permite el acceso a nuevos mercados, mejora la posición en el mercado interno y externo, obtiene mayor satisfacción en los clientes, compromete a los proveedores a entregar productos que cumplan con todos los requisitos y características de calidad, facilita el comercio, fortalece la exportación y el ingreso a los países.

Guatemala, 15 de septiembre de 2020

Augusto Valenzuela

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