La inteligencia artificial en las relaciones laborales
La tecnología ha traído muchos avances que han beneficiado a las personas, los trabajadores e incluso a las empresas en diversos ámbitos como la salud, educación, economía, la ciencia en general, entre otros.
Como parte de estos importantes avances podemos mencionar a la inteligencia artificial como una combinación de algoritmos creadas por el ser humano que tienen por objeto simular la inteligencia humana (de ahí que se diga “inteligencia artificial”) para completar tareas, responder preguntas sencillas o con determinado nivel de complejidad dependiendo del tema, resolver problemas, analizar datos entre otros.
En la actualidad, mucho se ha hablado sobre la inteligencia artificial, o bien como suele abreviarse: (IA o en inglés como “Artificial Intelligence” -AI-), dentro de los diferentes ámbitos de la vida debido a que ha permitido encontrar patrones, predecir comportamientos, plantear respuestas objetivas a interrogantes reduciendo el margen de error y automatizar tareas repetitivas; sin embargo, dentro del ámbito laboral, es donde se han generado serias dudas especialmente vinculados con la disminución de empleos derivado a que la inteligencia artificial sustituirá a los trabajadores de forma parcial o incluso total.
Si bien es cierto que la inteligencia artificial puede llegarse a utilizar como una herramienta de trabajo en la que el empleador se puede auxiliar para la toma de ciertas decisiones como, por ejemplo, en las de índole administrativa o financiera, así también puede ayudar a los trabajadores en la automatización de tareas que pueden resultar monótonas y por ende reducir la productividad de éstos.
Los beneficios que trae la inteligencia artificial pueden ser numerosas para ambas partes dentro de la relación laboral y pueden contribuir a que exista más orden, productividad y por ende más oportunidades de generar ingresos.
Sin duda, la inteligencia artificial puede ser de gran ayuda para la empresa, tanto para el empleador como para los trabajadores; sin embargo, es importante primero que nada analizar los aspectos que harán más eficiente el entorno sin que por ello signifique que pueda haber recortes de personal o que la inteligencia artificial no cumpla con las expectativas deseadas en cuanto a productividad y eficiencia.
Entre uno de los aspectos que se pueden mencionar y que es importante para que el uso de esta inteligencia pueda ser positiva y efectiva por parte de las personas que hagan uso de esta y se ayuden de ella, es que tengan un perfil de educación adecuado para poder interactuar con ella y que derivado de esto, la misma inteligencia brinde la información o respuesta deseada. Asimismo, es importante que exista información o serie de datos que, derivado de su recopilación y análisis por parte de la inteligencia artificial, esta pueda brindar respuestas de calidad y exactitud.
La inteligencia artificial puede considerarse una herramienta de trabajo que puede a ayudar a optimizar tareas y facilitar la toma de decisiones objetivas con base a una recopilación de datos previamente proporcionada; sin embargo, dependerá del giro de la empresa para determinar la idoneidad y practicidad de esta inteligencia, sin impedir por ello que se tome en consideración la reducción de personal para actividades que pueden llegar a ser susceptibles a este cambio. Sin embargo, realizar una transición tecnológica es posible si se lleva a cabo de forma controlada y paulatina; así como también tomando en cuenta la inversión a considerar en cuanto a tiempo y dinero.
Estamos seguros que en los próximos años la inteligencia artificial avanzará sin lugar a dudas en su desarrollo, pero también va a ser necesario que los diferentes países vayan desde ya diseñando legislación para regular la misma en todos los ámbitos.
Guatemala, 21 de septiembre de 2023.
Augusto Valenzuela
